viernes, 28 de diciembre de 2007

Recuerdos 2.



Susan y Steve se mudaron el 28 de enero del 2006, a una habitación de una casa destartalada en Tulsa. Steve acababa de salir de la cárcel. Cuando yo le conocí ya era un yonki sin aspiraciones. Era un tío grande y tenía un carácter terrible.

Susan cogía todos los días un autobús a las cinco de la mañana para ir a trabajar a Wall Mart. Steve trabajaba como obrero junto a otro expresidiario que vivía en la casa. Cuando volvía de trabajar Susan limpia la mierda y cocinaba para todos nosotros. A pesar de eso, no le caía bien a nadie. Un día vino su hijo a verla y durmió en el porche. Se había peleado con su padre y no quería volver con él. Susan no tenía nada, y el chaval pronto se reconcilió y se marchó para siempre.

Recuerdo a Susan como una mujer difícil. Bebía demasiado, y trabajaba demasiado. Su vida había sido siempre una puta mierda, y entiendo que sicológicamente era jodido compaginar su pasado con tardes relajadas leyendo en el sofá. Tenía demasiado peso sobre sus espaldas. Recuerdo que rellenaba los hielos de la nevera, y me pedía el portátil para chatear con sus amigos. Recuerdo que le gustaba reírse de vez en cuando, y de que hacía Chilli para mi amigo y para mí. Todos vivíamos en aquella casa, pero ella era la única que mantenía el orden. A pesar de todo, a todos nos caía mal.

Susan y Steve discutían muchísimo. Podían tirarse horas y horas gritándose, lanzándose objetos, y rompiéndose la crisma. A veces no podíamos dormir por los gritos. Yo tenía miedo de levantarme y decirles algo. Los ruidos no cesaban hasta que uno de los dos caía al suelo y se desvanecía. Temíamos encontrarlos muertos al día siguiente.

Meses después abandoné Tulsa y volví a Madrid. Un día Susan les dijo a los chicos que si desaparecía por la noche, llamaran a la policía. Al día siguiente Susan desapareció, pero nadie llamó a la policía. Mi amigo empezó a ganar algo más de dinero y se mudó a un lugar más agradable.

Susan sabía que Steve la iba a matar. Steve fumaba mucho crack, y Susan bebía demasiado. Cuando la conocí tenía treinta y ocho años, pero parecía ya una mujer de sesenta. Creo que a ninguno de los chicos les impactó su muerte. Aun conviven con demasiada mierda. Cada vez que pienso en Susan me acuerdo de los hielos, y del Chilli, y de cómo limpiaba el baño. Me acuerdo de las veces que nos reíamos con ella, y me siento mal, porque me da la sensación de que entre todos la dejamos morir.

Susan tosía mucho porque estaba la mayor parte del tiempo enferma. El único recuerdo que tengo de ella es su tos de fondo en un video que grabé con Cody para probar la cámara cuando la compré.


(la foto es del Larry, con arreglos míos. Somos los artistas de la espontaneidad)

lunes, 24 de diciembre de 2007

OSCAR PETERSON. The Canadian Giant.

Durante mucho tiempo la canción "But not for me", versionada por el maestro Oscar Peterson, me ha ayudado a sentirme mejor. Me ayudó como siempre hace el jazz, poniendo una mano en el hombro y diciendo "Aquí no pasa nada". Ayer, Oscar Peterson murió a los 82 años. Un genio. The Canadian Giant. Uno de los primeros que descubrí cuando empezó a gustarme el jazz. Por favor, que no muera su música, aunque poco a poco se vaya convirtiendo en música "de viejos".



They’re writing songs of love
But not for me
A lucky star’s above
But not for me

With love to lead the way
I’ve found more clouds of gray
Than any russian play
Could guarantee

I was a fool to fall
And get that way
Hi ho! alas!
And also, lackaday!

Although I can’t dismiss
The memory of her kiss
I guess
She’s not for me

It all began so well
But what an end
This is the time
A fellow needs a friend

When every happy plot
Ends with a the marriage knot
And there’s
No knot for me

domingo, 23 de diciembre de 2007

Happiness. Historias de gordos, feos, y gente tonta.



Me gusta el mundo cuando es sencillo. Cuando no hay ambiciones, y todas las paredes tropiezan con nuestros sonidos, y todos nuestros sonidos tienen paredes que mantienen a salvo nuestro secretos. No se necesitan grandes momentos, ni grandes pasiones, ni grandes historias. Lo que importan son esos pequeños secretos, que al fin y al cabo definen lo que en realidad somos.

El sonido de una guitarra, las olas, el viento, dos palabras en el momento adecuado, un película de bajo presupuesto que nos emociona, una mujer que nos mira en el metro durante un segundo, una poesía pequeñita de un amigo que nos hace pensar, un email de agradecimiento, un paracetamol que nos quita el dolor, un valium que nos deja dormir, una mano que nos da placer, un beso que nos devuelve la normalidad, el secreto de una perversión, una mentira que ha hecho felices a los demás, un niño pequeño que se duerme, una canción tonta, un cerveza en verano, un café en invierno, una pizza, una película y a la cama, un porro dos tiros cada uno, una canción de Johnny Cash, una película en blanco y negro de los años cuarenta, ver a una pija con un bolso de Audrey Hepburn, compartir con una mirada de complicidad la estupidez de la Navidad en noche buena, hacer el amor con música y ni hacer el amor ni escuchar la música, que un amigo te regale algo que no cuesta nada pero que te hace feliz, que encuentres cosas que habías perdido, que sueñes con follarte a esa gorda que todo el mundo odia, que te guste y pruebes a masturbarte pensando en ella, una copa de un buen whisky que le han regalado a tu padre, escribir cartas de despedida para un supuesto suicidio, inventar historias que sólo te gustan a ti, encontrar a una persona como tú cuyo trabajo realmente admiras, besar a la persona equivocada, no besar a la persona equivocada porque sabes que está mal, abstraer tu mente cuando el autobús está lleno, quitarte los zapatos al llegar a casa, fumarte un porro después de follar, follar después de fumarte un porro, jugar a adivinar los secretos de los demás y acertar, jugar a dar pistas a los demás sobre tus propios secretos, sincerarte con alguien a quien casi no conoces, robar algo sin importancia y sentir la emoción de robar, portarte mal con alguien sin que se de cuenta, comer bien en un restaurante y levantarte de la mesa sin ganas de vomitar, encontrar ese puntito a la gente que para otros resulta repugnante, creerse diferente de los demás en un mundo en el que todos se creen diferentes de los demás, defender una causa justa, tratar de comprender por qué para otros no lo es, tratar de comprender a los que odias, dejar de odiarles, odiarles más aún, volverte loco porque ya no sabes a quien odiar y necesitas odiar, decirle a una persona te quiero sólo para creer que en tu vida existe el amor, darte cuenta de que en tu vida existe el amor y querer pararlo para dejar respirar a todo lo demás, ser libre de verdad en un espacio abierto, como en el campo, escuchar el silencio de la nada en una casa de pueblo, andar solo por caminos rurales, imaginar historias brutales sobre sexo entre pastores, mirar a las estrellas y cagarse en Madrid porque en Madrid no se pueden ver las estrellas, mirar las estrellas y apreciar su belleza porque en Madrid no se pueden ver, decir en un atasco que Madrid es una mierda de ciudad, decir en el extranjero que Madrid es la ciudad más maravillosa del mundo, ir a Nueva York y ver, ir a París y ver, ir a un lugar durante mucho tiempo, odiarlo, y a la vuelta, echarlo de menos, relativizar todo y comprender que no hay verdades absolutas, tratar de buscarlas en una discusión y luego pedir perdón, buscar la normalidad reafirmando interiormente la anormalidad, ver una película pequeña de bajo presupuesto y ponerse a escribir.

Happiness. Una pequeña gran película. Es maravilloso ver esas historias sencillas en un mundo tan difícil. Yo quiero escribir como Todd Solondz.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Foto fija y making

Por cierto, las fotos del rodaje son obra de Marta Mulas, una gran compañera con mucho arte que también estuvo sus quince horas, haciendo el papel invisible de tomar cientos de fotos de todos los pequeños momentos, y de los grandes también. La foto del cartel es suya, y me parece digna de admiración.



Carlos Gomez del Tronco se encargó de hacer un making off que pronto colgaré por aquí. Un experimento para demostrar que se puede hacer un cortometraje con poco dinero. En realidad, como todo en la vida, lo que importa es querer.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

ESTAMOS A PUNTO


Hemos cambiado de nombre. Queda sólo semana y media para que mandemos este corto al notodo. El montaje visual ya está hecho. En este momento Hugo Mateos y Román García ya están trabajando en el complejo montaje de sonido. Esperemos que antes de fin de año ya estén todos los arreglos. A esto le llamo yo hacer un corto en tiempo record. Espero que el resultado para el festival sea medianamente aceptable. Fue un rodaje muy duro. 15 horas muy intensas. La dirección de foto del señor Frodo García aportó mucho al corto. Admiró el nivel de implicación y trabajo que nos brindó. Creo que ha merecido la pena, y que después de los arreglos de sonido, el corto sea digno de mostrar. Dentro de poco lo podréis ver en el notodo. Lo podréis descargar TODAS LAS VECES QUE QUERÁIS. Y TAMBIÉN PODRÉIS VOTARLO. jajajaja.

Espero que la historia guste a pesar de la extraña estética y los teatrales personajes.




sábado, 15 de diciembre de 2007

Mañana grabamos


Hoy hemos ensayado. José Ramón Polo y Soledad Migallón son dos pedazo de actores que andan por ahí escondidos en el mundo. Trabajando se puede sacar una buena actuación de la gente. Sólo tienes que buscar personas que puedan hacer su papel. Pero eso es toda una teoría que ahora no quiero desarrollar. Sobre todo porque si luego la interpretación flojea, me dejaría en una postura bastante ridícula. En el ensayo Carlos Gomez del Tronco, también conocido como Kals, ha estado grabando para convertir el making off en una especie de documental sobre la odisea de un corto amateur. Fernando Elola ha estado a mi lado dando sabios consejos como, "el actor no te está viendo la cara" cuando le intentaba explicar a mi padre uno de los gestos. Miguelangel Ruiz ha estado viendo esos detalles tan coñazo de producción y después hemos ido a comprar lo que faltaba del catering. Raúl Jaen ha estado tirando fotos, y mañana se ocupará de la claqueta y otras tareas varias.


Por la tarde, Celia Sainz de los Terreros, (menudo apellido más noble) ha estado preparando el decorado, aportando a la escena su maravilloso cuadro erótico musical. Mi madre ha sufrido los inconvenientes de tener un hijo cortometrajista cuando hemos llenado las otras habitaciones de miles de objetos que nos sobraron. Eso es familia. Mañaná será un día intenso pero fructífero. Es una historia ligera, una comedia escatológica.

(gracias a Dani también por inspirarme con sus diarios de rodaje, que son es más que una maravillosa manera de desahogarnos todos. ¡Cúanto he aprendido de él!)

Que todos los rodajes sean como este. Pequeños y escatológicos. Gracias a todos.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Saxo tenor


Queda muy poco ya para enfrentarnos al primer grito de acción y como siempre pasa en los rodajes amateur, algunas cosas se desmoronan. Pero bueno, hacemos frente, y parece que no lo hacemos mal.

Hoy he quedado con Celia, la magnífica script y directora artística para hablar del decorado y esos pequeños detalles que aportan el ambiente a la escena. Esos pequeños objetos en los que nadie repara pero que son necesarios para que exista un universo paralelo y que todos los que nos movemos dentro nos lo creamos. Después de hablar y discutir el corto, hemos ido al Ikea para buscar alguna que otra cosilla que nos faltaba, y allí nos hemos divertido ejerciendo nuestros roles de mujer consumista compulsiva y hombre pasota cagaprisas. Muchas gracias Celia por todo lo que has hecho y te queda por hacer.
Celia va a pintar un cuadro que decorará la habitación donde transcurre mi historia. Me parece una lujazo contar con algo así, y tengo muchísimas ganas de ver cómo va a quedar.
Poco a poco todo va marchando. El actor, José Ramón Polo, entrena para relajar y naturalizar su forma de actuar, y la actriz, Soledad Migallón, relaja sus nervios aunque los necesita para vengarse de ese hombre que la ha martirizado toda su vida.
Es bonito ver como una historia va tomando forma desde que no es nada hasta que un equipo se junta para hacerla realidad. Es lo más bonito del cine, que se hace en equipo.

Hoy es un buen día. Empiezo a creer en lo que voy a hacer. Soy más sincero conmigo mismo sobre lo que he hecho antes, y el jazz es como una droga que me relaja y me da confianza. El jazz es como ese amigo que te sienta en una silla y te susurra al oído... no importa, no importa, no pasa nada, siéntate y respira. Siéntate y olvida. Todo lo demás es pura coincidencia.
Siento a los grandes maestros del jazz como mis abuelos. Quiero sentarme al fuego con ellos y escucharles contar historias con la voz ronca de su saxo tenor. Son esas historias que no cuentan nada, las que necesitamos para poder olvidar de una vez el resto de las historias que cuentan demasiado.

martes, 4 de diciembre de 2007

Calle amargura.


Algunas cosas existen, como la calle amargura en La Habana vieja.

Han sido unos días intensos de rodaje. Daniel Romero ha terminado este fin de semana de grabar un cortometraje que no va a dejar a nadie indiferente. Quiero agradecer a todo el mundo que haya sido tan genial colaborar con ellos. No hay mucho más que decir que no sepan ya. Ahora me siento vacío y todavía tengo que grabar un corto.

Me gusta la idea, me gusta la historia, pero no me gusta el guión. Mierda, no debería de contarle eso a nadie. Ayer rehice por completo el guión, y sigue sin convencerme. Ha mejorado, pero sigue sin convencerme. Lo voy a hacer porque lo tengo que hacer. Tengo que contar esa historia, y siempre hay un riesgo. Tengo que hacer el corto. Luego ya hay tiempo para el victimismo. "Bueno, era muy joven cuando escribí el guión, necesito madurar..." Igual que con Drama. Me pregunto que pasará el día que no sea tan joven y mis guiones sigan siendo insulsos. A lo mejor no valgo para escribir, pero prefiero pensar que no porque es lo que más me gusta en este mundo. Más que follar, más que querer, más que el cine, más que leer... más que todo. Los que escriben lo saben porque es una necesidad. Me hace mucha gracia, no cuelgo mis cuentos aquí por si me los plagian o por si acaso algún día quiero convertirlos en un guión. Escribir prosa es maravilloso porque no hay impedimentos. Si me da la gana puedo escribir que un avión se estrella contra una piscifactoría. Eso en un guión no lo puedo hacer, por lo menos de momento. Me preocupa porque a veces cuando escribo prosa me da la sensación de que me autocontrolo como cuando escribo un guión "Cuidado con las localizaciones... pocos personajes... cuidado con la acción". A lo mejor viene bien, a lo mejor viene mal.
Me he dado cuenta de que sólo hablo de relaciones entre parejas. Es una especie de obsesión, me repito mucho. Y no es porque esté traumatizado. No es algo sicológico, me da igual lo que piensen. Es por el autocontrol a la hora de escribir un guión. Es porque pienso en la producción y consecuentemente escribo sólo un diálogo entre dos personajes en una habitación. Al principio era consciente, luego algo más inconsciente, ahora parece que todo lo escribo son dos hablando en una habitación. Desde luego me estoy entrenando bien, pero me encantaría hacer un esfuerzo y cambiar de registro. Si consigo llevar a cabo el guión de Reyes Magos habré dado un pasito más adelante. Tiene dificultades interpretativas complicadas... Pero bueno. Me cago en la Navidad como aproximadamente el 70% de la población.

Cuentame un cuento. Últimamente he estado trabajando en otro guión paralelo a los Reyes Magos y a "el reconocimiento". Es un guión que trata de comprender a los actores. Es una historia que se mete y se sale del corto. Es un historia muy extraña y personal que debería no intentar grabar nunca. Es una de mis reflexiones en forma de diálogo. Una de mis reflexiones guionizadas guionizadas que no sirve para nada, porque el guión NO es una forma de literatura, es una herramienta. Pero bueno, aunque eso dicen, a mí me la suda. Para mí es una de las formas más cómodas de escribir. Me encantan los diálogos, me encantan los personajes que hablan. Me encanta que los personajes se pongan delante de la cámara y hablen. Me encantan los silencios de sus diálogos, y me gusta que el diálogo sea una música con un trasfondo silencioso.

Soy un cultureta un poco pedante pero juro que algún día me pondré con una historia gore para solucionarlo. No está mal curarse de vez en cuando. Me voy a ver Terminator 2 que no la veo desde que tengo 12 años.

martes, 27 de noviembre de 2007

¡Qué tormento!

...



DRAMA ya está en el www.notodofilmfest.com para el que lo quiera ver, yo se lo recomiendo a todo el mundo... Pido por favor que la gente lo vea DESCARGADO y no en la opción VER que te pasa directamente al formato flash. La compresión en flash me ha salido muy mal y estoy muy avergonzado. Ojalá pudiéramos corregirla. No obstante, en la opción de descarga la compresión no es del todo mala. Por el menos el sonido no es tan desagradable. Es una pena que internet se cepille los cortos así después de horas y horas de curro de imágen y sonido... Después de horas corrigiendo esa pequeña mota de sonido que se cuela en no sé donde y hay que pulir... En fin, la verdad es que el corto en DVD es otra cosa muy distinta que poco que tiene ver con el resultado sucio de imagen y sonido que da el notodo. Pero qué se le va hacer. "notodo" se puede tener...

Aprovecho aquí para agradecer el esfuerzo a todo mi equipo, un equipazo. Un equipo muy pequeño pero valioso. En el notodo tampoco hay mucho espacio para los créditos y ni si quiera un espacio para la ficha técnica así que...

Blanca Martínez. (¿qué puedo decir de Blanca que no diga ella sóla)
Nacho Quintana Vergara. (Ese gran amigo al que torturé y me aguantó con serenidad)

Montaje: Alberto Collado, Hugo Mateos, y Polo Menárguez.
Edición de sonido y sonido directo: (esa pedazo de edición de sonido que cambió el corto por completo) Hugo Mateos.
Ayudante de dirección: Alberto Collado.
Fotografía y cámara interior: Pol Vernau. (un milagro conseguir que la fotografía sea una de las mejores cosas del corto sin ni un solo foco)
Fotografía y cámara exterior: Alberto Collado. (un amanecer a las cuatro de la tarde)
Dirección artística: Danipo y chica. (de verdad, transformaron la cocina y se inventaron la maravillosa marca bluton y la de zumo y...)

Espero que los que lo veáis lo disfruteis. El mundo del corto es muy duro pero nos apoyamos en todo en lo que haga falta. Frodo García aportó una valiosa tarde de su vida para ayudarme a trasportar el material, y además aconsejó y dio apollo moral. Ahora por fin he conseguido que haga la fotografía de el próximo corto. Se lo agradezco también.

domingo, 25 de noviembre de 2007

El miedo del cortometrajista amateur



No tienes dinero. El guión no es una obra maestra ni mucho menos. Con el tema de los actores, hay dos posibilidades.
- Que no sean buenos o incluso que no hayan actuado nunca (como es mi caso): Tiene la gracia de que puedes trabajar con ellos con más soltura y currarte más la dirección a tu manera para aprender.
- Que tengan tablas: Estas acojonado porque no sabes bien como tratarles y dirigirles. Ellos tienen más experiencia que tú.

Mi caso, que el segundo todavía todavía no lo he vivido, lleva a muchas confusiones. El primer ensayo es pésimo. No sabes si la culpa es del guión o del actor, pero los diálogos en los que tanto has creído y trabajado suenan a coña. Te empiezas a imaginar ya las críticas, y sientes que la historia ya no tiene sentido. Entonces el segundo ensayo es peor aun, y ya no quedan más ensayos. Te preguntas por qué no hiciste más esfuerzos en un casting, pero te das cuenta de que realmente la edad del personaje es complicada para buscar actores...
Te cuesta quedar y coordinar con todo el equipo. Ellos notan que eres amateur y que estás muy nervioso. Te cuesta dormir. Todas las nochas repasas en la cama la planificación y buscas en tu mente nuevos planos que puedan mejorarla. Los añades, los quitas porque son demasiado barrocos para la estructura. Piensas en cosas materiales, en todos los viajes en metro y coche, y en todas las veces que te vas a perder buscando las productoras donde alquilas material. ¿Iluminación, cámara, sonido, catering? Dinero. Algún miembro del equipo te falla a útlima hora y te pasas horas y horas llamando a la gente. ¿Conocéis a alguna maquilladora?
Los días antes del rodaje se duerme poco, de verdad. Intentas imaginarte el corto una y otra vez, y creer que de verdad va a ser bueno, por lo menos mejor que el anterior. Y luego pasas otra vez a la planificación. ¿Podría ser mejor? Y la gran pregunta que nos martiriza a todos. ¿Podré de verdad rodarlo todo en dos días? Sabes que si no lo haces no hay corto, porque no hay más... DINERO.

El primer día de rodaje tardas hora y media en rodar el primer plano y piensas que no te va a dar tiempo a nada. Todo el mundo se lo toma con calma y tú quieres matarles aunque sean las personas más maravillosas del mundo porque son capaces de trabajar en tu proyecto sin esperar nada más que comida y bebida. Las interpretaciones son mejorables, crees que el guión falla por todos los lados (y en la mayoría de los casos es verdad), y empiezas a temer que cuando lo montes todo algunos planos no van a tener sentido... Poco a poco el corto va tirando para delante, con sus fallos de sonido que crees van a convertirlo en una mierda global, con sus fallos de iluminación que crees serán incorregibles, y con los nervios de tener en tus manos la dirección y la producción, y no sentir la seguridad de poder compaginarlo todo al mismo tiempo. Todo es un puto caos. De repente llega el último plano, se graba, y el día de rodaje se ha terminado. Con las pocas fuerzas que quedan, y la sensación de haber cagado una enorme mierda, recoges todo el set y la basura y te sientas en un sofá a ver algunos de los brutos. La imagen te parece una mierda porque aun no has puesto las bandas, pero te das cuenta de que bueno, la interpretaciones están bien, y la iluminación es coherente y no se han colado tantos ruidos en el micro como tu pensabas. Te haces una idea de lo que tienes, y ves el montaje bastante más claro que antes. Te vas a la cama y respiras. No ha salido tan mal. De repente te entra la euforia. ¡Ha salido de puta madre! ¡Soy un genio! ¡Yo valgo para esto!

En las sesiones de montaje te enamoras de alguno de tus planos y te gustan los movimientos de cámara. Hay planos que tienes que suprimir, hay que mejorar el rítmo, etc... Pero lo más importante, poco a poco va pareciendo un corto. Ves que has creado una historia en imágenes, y empiezas a comparar el resultado con la idea que tenías cuando escribiste el guión. Para mí, es la mejor sensación. El poder ver construida en imágenes y con personajes de carne y hueso, una historia que sólo imaginabas sobre el papel. Entonces te invade esa extraña sensación de haber progresado, de haber dado un paso más. De encontrarte un pasito más por delante de donde estabas antes. El corto no es maravilloso, pero tampoco es una bazofia. Como me dijo un amigo mío, sientes que es un corto digno que puedes enseñar. Es un largo proceso, como una montaña rusa, con momentos de pesimismo total, y confianza demasiado optimista. Y como todos los procesos, culmina en un punto medio. Un punto en el que ni es bueno, ni malo... es sencillamente digno. Una experiencia que te ayuda a aprender. Una experiencia indispensable para saber si este rollo de contar historias en imágenes, es sólo un capricho, o es una verdadera necesidad. A veces es una puta pesadilla, pero también es como una droga. Meses después ya empiezas a sentir el mono... quiero grabar, quiero grabar. Y vuelta otra vez al mismo proceso de necesitar contar la historia a cualquier precio.

El 16 de diciembre grabamos "El reconocimiento", un corto que esperaremos ver en el "notodo" en Enero de 2008. Doy ya las gracias a mi equipo por aguantarme y por querer contar esta extraña historia conmigo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

La soledad del escritor de cortos.

INT. HABITACIÓN DE ÉL - ATARDECER.




La habitación está vacía. Bueno, está llena de cosas, pero no hay nadie. Vemos la cama llena de cosas, y una silla giratoria con una chaqueta colgada encima. Hay un ordenador encendido y una luz de mesa también encendida. De repente entra él y se sienta en la silla giratoria. Durante un momento mira a la pantalla del ordenador, y luego se recuesta en la silla y cierra los ojos. No tiene nada que escribir. Le gustaría contar alguna de las cosas que ha vivido, pero no le apetece recordar. Tiene alguna idea, pero no le apetece desarrollarla. No le apetece escribir. La música que escucha no le inspira. Está escuchando una canción de Sufjan Stevens, pero da igual. Lo intenta una vez más. En el editor escribe: INT. SALÓN – DÍA. Pero no puede escribir nada más. No puede aspirar a escribir un guión largo porque no es lo suficientemente bueno. Los cortos necesitan de una brutal inspiración que en este momento no puede conseguir. Y de repente… Se fija en el azul del cielo y en los árboles, y decide escribir una historia de un hombre que encuentra una ardilla ahorcada en la rama de un árbol. Tiene que ser así. Un hombre solitario, como él, que un día sale desesperado a la calle a buscar su identidad y se encuentra una ardilla ahoracada en un árbol. Piensa que hay mil posibilidades después. Se imagina que a lo mejor el hombre puede coger a la ardilla muerta y ponerla bajo su almohada. Durante meses se pudre pero él se resiste a quitarla porque le dio las ganas de vivir. Y entonces un día se levanta con una enfermedad mortal y el médico le dice que es imposible curarle. Entonces saca la ardilla de debajo de la almohada, podrida por completo, y se la come… espera. Qué le está pasando a nuestro protagonista, el que escribe el guión me refiero. ¿Por qué es tan retorcido? ¿A quién trata de imitar? Mejor otra cosa. El hombre encuentra la ardilla y decide pedirle perdón a su madre por matar a su padre, o mejor aún, le pide perdón a su padre por haberse follado a su propia madre. O mejor aun, sale corriendo a la calle y se tira contra un autobús y se queda pegado en el cristal y el conductor pone el parabrisas para limpiarle y limpiar su sangre, pero no, demasiado fácil, salta al metro y el metro descarrila porque se atasca con sus huesos y una mujer embarazada que iba en el vagón pierde a su hijo y decide ir a colgarse de un árbol, pero cuando se va a colgar, se da cuenta de que en la rama vecina hay una ardilla, y entonces para desahogarse y salvar su vida coge a la ardilla y la ahorca con la cuerda con la que pensaba matarse… y así es la puta historia. Mientras la escribe algún hijo de puta entra en su habitación a hablarle sobre Preston Sturges, y a él qué coño le importa Preston Sturges, sí un director cojonudo, mejor guionista, pero qué más da ahora Preston Sturges, por qué entras y me molestas, estoy escribiendo, déjame en paz, y entonces el hijo de puta se enfada pero él no quiere pedir perdón porque ahora no sabe qué coño escribir y se pone a decir gilipolleces sobre una ardilla que en realidad no tiene ningún interés, y el personaje no tiene necesidad. ¡El personaje tiene que tener necesidad! Mi necesidad es escribir algo que tenga sentido. ¿En qué página termina el primer acto?

jueves, 15 de noviembre de 2007

Desahogo en un plano secuencia

Hay momentos en los que es mejor echarle la culpa a otras personas y escribir sobre ellos. Son como sombras.




Lucía está sentada en la cama, con las piernas encima de Joaquin, que está tendido sobre el colchón con los ojos cerrados, totalmente inconsciente.

Lucía:

No lo entiendes en un momento todo tiene sentido y de repente todo se empieza a expandir sin que te des cuenta y tenemos un mundo completamente no sé absurdo nunca te ha pasado ves las cosas desde un ángulo completamente distinto como si el cielo y la tierra y todo lo que somos se hubiera transformado en nuestro enemigo y como si ya no fueramos lo que éramos no sé si lo puedes entender nunca ves más allá de lo que quieres ver de lo que los demás quieren que veas nunca tratas de ponerte en mi lugar ni en el lugar de nadie y en vez de ser tan abierto como dices que eres te pones como una puta pared cuando quiero decirte algo no porque no me escuches si no porque es imposible atravesarte y quiero pensar que es todo mentira y que en realidad no soy yo la que esta diciendo todo esto y quiero pensar que puedo solucionarlo y que de verdad podemos compartir todo el tiempo y que no me va a parecer una locura beber de tu vaso de tu cuerpo y si en realidad quiero hacer el amor contigo en cada momento y es así como me refiero a este espera quiero rectificar me gustaría rectificar comprender puedo tocar tu cuerpo y a lo mejor eso es lo que importa no no lo sé y si lo supiera joder daría todo a quien hubiera que darlo si lo supiera a quién me tengo que dirigir mandar los sueños puedo enviarlos a quién tengo que hablar sé que a ti no desde luego a lo mejor puedes escucharme pero creo que no el otro día cuando estabas bebiendo pensaba que querias olvidarte de mi para siempre y pensé que yo tambien quería olvidarme de ti para siempre no es curioso todo es más bien una ilusión ojalá pudieras escucharme y sentir lo que yo siento pero pero pero pero estás muerto.

Lucía pasa la mano por la espalda desnuda de Joaquín y observa la sangre que queda impregnada en sus dedos. Después se lleva la mano a la boca y prueba la sangre. Después se pasa la mano por el cuello y se aprieta los pechos suspirando.

Lucía:

Qué otra cosa podía haber hecho quedarme mirando mientras me derretía poco a poco y me iba consumiendo sin poder hacer nada que es lo que hacen todas al fin y al cabo.

Lucía se recuesta sobre la espalda de Joaquín, manchándose de sangre el rostro. Después se levanta de la cama, atraviesa la habitación y anda a través del pasillo hasta llegar a la cocina. En la cocina se apoya en una de las encimeras. El dolor sicológico la puede. La atraviesa desde arriba abajo y siente ganas de desplomarse sobre el suelo. A duras penas busca en la encimera un cuchillo y lo mira, sujetándolo a la altura de sus ojos. Lo sujeta como si fuera una espada, apoyándolo en las palmas de las manos. Después lo tira lejos. Se da la vuelta y busca la ventana de la cocina, en donde se apoya y respira de espaldas a nosotros.

Lucía:

¿Pero qué coño estoy haciendo?

Joaquín aparece detrás de ella, vemos su espalda desnuda sin sangre. Joaquín abraza a Lucía y empieza a besarla la espalda y los hombros.

Joaquín: (susurrando)

¿Qué haces aquí?

Lucía:

No lo sé. Estaba respirando un poco de aire.

Joaquín sigue besando a Lucía por el cuello hasta que descubre la sangre de la cara, se asusta, retrocede dos pasos y gira de un golpe a Lucía para mirarla de frente.

Joaquín:

¿Qué es eso?

Lucía:

Es mía.

Joaquín:

¿De dónde?

Lucía:

¿De dónde te crees gilipollas?

Joaquín:

¿Y qué hace ahí?

Joaquín se vuelve a acercar a Lucía y sigue besándola, sin importarle el contacto con la sangre.

Joaquín:

¿Es una provocación?

Lucía:

No. No tiene nada que ver contigo.

Joaquín:

¿Entonces?

Lucía aparta a Joaquín.

Lucía:

Déjame. Quiero irme.

Joaquín la mira con ganas de no dejarla ir.

Lucía:

Ni se te ocurra. Déjame.

Lucía desaparece del plano y Joaquín se da la vuelta por primera vez descubriéndonos su rostro por completo. Parece absolutamente decepcionado. Busca en su pantalón y saca un paquete de tabaco. Se enciende un cigarro. De repente escuchamos la radio y ruidos de platos y vasos. Nos desplazamos a otra parte de la cocina perdiéndole de vista. Encontramos a Lucía desayunando en pijama con sus padres en la mesa de la cocina. Los padres ya estan vestidos, se acaban de duchar. Lucía se acaba de levantar y aun está medio dormida. No tiene sangre en la cara. Hace poco que se ha incorporado al desayuno y revuelve los cereales en la leche con desgana.


Lucía:

He tenido un sueño horrible.

Padre:

¿Y eso? ¿De qué iba?

Lucía:

Preferiría no tener que contártelo.

Padre:

Como quieras.

Madre:

Yo también he soñado con algo, pero no me acuerdo de nada. Creo que me ha gustado.

Lucía:

Era todo muy raro.

Padre:

Entonces podía haber sido real. Nunca se sabe.

FIN.

Todo en un plano secuencia. Sin cortes.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Las invasiones bárbaras


Las invasiones bárbaras es una película difícil. La primera media hora me incomodó. No quería ver a un viejo cabrón de sesenta años morirse de cáncer. No quería otra película tipo Mi vida sin mí, donde un personaje aleatorio nos conmueve porque se muere poco a poco. Estuve a punto de quitarla, de hecho me empecé a encontrar mal. Me parecía una puta mierda pretenciosa, que aunque bien hecha, no dejaba de ser una más. Y de repente, me sumergí en sus diálogos.

Creo que el planteamiento no es original, ni si quiera la puesta en escena, ni los personajes. Sin embargo, ¿por qué me emocionó tanto? Por los diálogos. Empecé a empatizar mucho con ese personaje que llegado al final de su vida recorre todas gilipolleces en las que ha creído, y todas las causas perdidas que le han llevado a odiar y a amar. Y entre todo eso, un hijo puramente capitalista, escéptico, y pragmático, que en medio de una marabunta de burocracia y llamadas teléfonicas a su compañía en Londres, descubre el humanismo en una yonki (muy mal interpretada) y en la lenta desaparición de su padre.

Creo que hay algo de belleza en esas películas que se ríen del ser humano y su forma de vivir la vida desde un punto de vista humilde y culpable. Los diálogos con sus viejos amigos en la casa de campo antes de morir, son maravillosos. Esa reconciliación cariñosa con el paso del tiempo recorriendo la historia de "ismos" amados, esas conversaciones sobre la absurda liberación sexual y su marchita evolución hacia la dulce ironía de la vejez... Para mí esos diálogos tan reales y humanos son muy brillantes.

Es verdad que el personaje de la yonki (Marie-Joseé Croze, ganadora de la palma de oro a la mejor actriz ) está muy mal definido y es absolutamente irreal. Es verdad que la película puede parecer pretenciosa, aburrida... A mí partícularmente me parece que la estética es muy buena, la dirección es muy elegante y muy sigilosa, y sobre todo el modo de abordar la historia es conmovodor.

No quedan muchas películas que nos dejen pensando sobre la brevedad de la vida. Yo después de verla me imaginé a mí mismo de viejo, enfrentandome a la muerte, y no podía conocerme. Con veinte años la vida es un abismo despreciable. Con sesenta y un cáncer, un caramelo que se nos derrite en la boca.

Después de ver la película podemos pensar muchas cosas. Eso casi siempre es un lujo en el cine, y por eso la película me pareció finalmente un ensayo muy acertado sobre la cercanía a la muerte en esa vejez intermedia que empieza a asustar al ser humano cuando llega a los sesenta años.

viernes, 9 de noviembre de 2007

SOMALIA. Enero 2008


Si todo marcha bien, estrenaremos SOMALIA a finales de Enero, que ya hay ganitas después de todo el esfuerzo. Esto es un cartel provisional.

jueves, 8 de noviembre de 2007

DRAMA al notodo


Después de mucho tiempo de indecisiones, anuncio que por fin DRAMA se va a presentar al notodofilmfest. Faltan unos arreglillos de sonido (como siempre) y por fin todos podremos ver la versión de 3 min y medio que he conseguido montar. Parece que quizá al final podamos cumplir el objetivo con que se planteó la realización del corto. Muchas a gracias a todo el equipo, y espero que la versión reducida guste. Recuerdo que aun no he proyectado en ningún sitio el montaje más alargado, y ya no lo haré hasta muy entrado el año que viene.